Si te interesa el marketing, la publicidad, las relaciones públicas, las redes sociales y/o el sector de lujo, y tienes menos de 35 años; es muy probable que hayas pasado varias horas de ocio viendo la serie "Emily en París" en la plataforma de Netflix.
Este post (y los venideros) va dirigido a todos aquellos curiosos del universo marketero que nunca han trabajado en él, pero que les gustaría saber cómo serían las situaciones de la serie en la vida real. Si eres aficionado, primíparo, newbie, aprendiz, novato... este post es para ti.
Emily Cooper, cliché, torpe y genia a la vez. Analizaremos sus éxitos laborales en la agencia de marketing Savoir con un matiz de realidad.
¿Por qué hasta ahora, Andrea? Bueno, la realidad es que la idea de hacer esta serie de posts la tuve el año pasado. Hice la respectiva consulta en Xwitter y recibí el consejo de coincidir las publicaciones con el lanzamiento de la próxima temporada de la serie, y la cuarta temporada de Emily en París será lanzada a mitad de 2024.
¡Comencemos!
El caso Vaga-Jeune
En el segundo capítulo de la primera temporada vemos a Emily por primera vez poniendo en práctica su experiencia y el "American point of view" que menciona desde su llegada a París.
Ella revisa rápidamente las muestras del producto que encuentra en su escritorio y a partir del significado del nombre Vaga - Jeune, se apresura a escribir lo que en publicidad se llama un insight: una verdad oculta, profunda y compartida.
Emily escribe un insight el mismo día que recibe la cuenta de Vaga - Jeune y con solo traducir el nombre del producto, inverosímil.
Para explicarlo mejor, en este caso, se trata de un sentimiento de inconformidad que es común y muy personal entre las mujeres sexualmente activas al llegar a la madurez. Entonces, ¿qué es lo que no encaja aquí?
Los insights no se descubren en un abrir y cerrar de ojos, no salen de la nada; son el resultado de un conjunto de creencias formadas por las experiencias de un grupo particular, en este caso, de determinada edad y género, ya que solo pueden ser vividas por mujeres en la menopausia.
Para aterrizar y reducir esas verdades en una frase, primero hay que investigar a ese grupo, escuchar sus necesidades, traducir sus emociones, deseos y expectativas. Ese es el trabajo de un publicista y por supuesto, no es cosa de 15 minutos sin contexto alguno.
Emily publicando cosas de su cuenta a cargo, Vaga- Jeune, en su perfil personal. Esto no es común, a menos que sea para alardear un premio Cannes Lions.
Para rematar, debido a su falta de comprensión del idioma y la cultura francesa (algo nada favorable para estar a cargo de la estrategia de la marca), recién descubre que la palabra vagina en ese idioma es masculina.
Entonces desde el absoluto "punto de vista estadounidense" prometido, crea un copy con su opinión, de ninguna manera conectado con el insight. Esto último tiene sentido, pues hace la publicación en su cuenta personal, sin embargo...
El viento siempre sopla a favor de Emily, su post de Instagram le llega a la mismísima Carla Bruni que lo comparte además con la primera dama de Francia, Brigitte Macron, quien lo hace viral.
En la realidad, las publicaciones de marca virales están generalmente lejos de la suerte y el azar. Son producto de un análisis riguroso, hacen parte de una estrategia establecida por la marca, y además, son compartidas en redes sociales luego de varias aprobaciones.
¿No se han preguntado antes por qué a veces son lentas las reacciones de los community managers? No es que ellos sean lentos, es que están esperando aprobaciones...
Ahora, aunque fue desde el perfil personal de Emily, que la encargada de una cuenta francesa haga una publicación relajada desde un ángulo norteamericano y casi rayando en lo transgresor, no es un debut muy recomendable en la vida real, pero esto es Netflix y en la ficción TODO ES POSIBLE.
¿Qué situación sí me parece genuina? Que solo cuando el cliente, Vaga - Jeune, llama a felicitar al fundador de la agencia, Emily es bien recibida, y casi que toman sus créditos. ¡Salud!